Los chiles están presentes en el territorio mexicano incluso desde las épocas en que los pobladores llevaban vidas nómadas y vivían de la caza y la recolección. Ahora sabemos que si los ahumamos y deshidratamos podemos conservarlos por más tiempo y elaborar distintos tipos de chiles secos que le aportan otra variedad de sabores a nuestros platillos.
Tipos de chiles secos
Se estima que el chile está presente en el 90% de los platillos mexicanos de una u otra manera, ya sea picado, en rajas o condimentando alguna salsa o aderezo. Estas son algunas de las variedades de chiles secos que más se consumen en México al día de hoy.
Guajillo
La versión seca del chile mirasol. El guajillo es uno de los ingredientes de la cochinita pibil yucateca. Es uno de los tipos de chiles secos menos picantes y más dulces, y tiene un color rojizo intenso.
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Pasilla
De tez oscura y arrugada, el chile pasilla se emplea en la preparación de adobos, diferentes tipos de moles y varias salsas y aderezos, además de que también es popular en la comida guatemalteca. Tiene un sabor semi picante con aromas herbáceos. Es uno de los ingredientes del mole poblana y de la salsa borracha para acompañar la barbacoa de borrego.
Árbol
El chile de árbol tiene un gusto ahumado y familiar a la nuez. Entre los distintos tipos de chiles secos se distingue por su sabor picante y buen aroma que le aporta un toque de picor a distintos guisos y salsas de mesa.
Ancho
Es la versión seca del chile poblano y se utiliza para preparar todo tipo de sopas, caldos, guisos, moles, salsas para enchiladas y adobos. De color oscuro y gusto suave se puede servir relleno con picadillo, en salsas para acompañar carnes o en platos como la mole poblana.
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